Aquella mañana, las chirimías no esparcían su triunfal melodía,
en el valle del Anahuac, la derrota los corazones oprimía.
el guerrero jaguar y el guerrero águila la cabeza baja traían,
a manos de las huestes del sur una gran derrota sufrían.
Con las armas rotas y los penachos multicolores destrozados,
estos nobles guerreros, regresaban a su patria derrotados.
más si algo pudiese salvar el honor de aquellos valientes,
es que la sangre en sus ropas, era de sus oponentes.
De las tristes filas, un guerrero noble y altivo salía,
era Popoca que por amor a su amada volvía.
más Xochiquetzal por un tlaxcalteca fue engañada,
así el vil hombre se había casado con su amada.
Al ver esto la hermosa flor, hacia el lago de Texcoco corría,
seguida de su vil marido, la bella joven creía que moría.
el marido extrajo un venablo, que debajo de la tilma tenia oculto,
el azteca esgrimió con furia su macana, para cobrar aquel insulto.
Como las mar contra los riscos, el amor y la mentira chocaron,
ni la muerte podrá separar jamás a aquellos que se amaron.
El tlaxcalteca de la batalla, herido de muerte salía,
Popoca con su amada feliz y triunfante volvía.
Más Xochiquetzal al no soportar su vergüenza, la vida se quitaba,
Popoca al ver muerta a su amada, desconsolado sollozaba.
el guerrero azteca con los ojos y con el alma lloro,
Con maravillosas y fragantes flores de xoxocotzin la cubrió.
Cuenta la leyenda que la tierra de pena se estremeció,
el relámpago atronó en el espacio, un gran cataclismo ocurrió,
al amanecer, donde antes era valle allí estaban,
convertidos en montañas nevadas aquellos que se amaban.
Nosotros los descendientes de aquella noble estirpe los admiramos,
con nuestros ancestros y dioses antiguos, orgullosos los recordamos
Iztaccíhualtl la mujer dormida en lecho de flores, montaña imponente,
la otra el valiente guerrero Popocatépetl, arrodillado vigila celosamente.
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Bueno un poco largo pero me encanta toda la mitologia y las leyendas de mi país México.